Anoche tuve un sueño en el que pude sentir
las heridas aun abiertas de una pasado trágico,
gritos que en algún lado claman memoria
(las llamas heladas de una guerra tras los años sepultada).
Vos estabas ahí, soldado, resistiendo
junto a otros tantos jóvenes de mi patria,
sin más armas que el heroico valor
sorprendido por un enemigo desleal,
invisible pero fatalmente real.
Pero un destino nada sincero tu vida quiso llevarse
junto a tantas esperanzas amarradas a la suerte del Belgrano,
naufragando en las aguas de una guerra desigual,
encontrando el inesperado final lejos de casa, en el fondo del mar.
Y para cuando la muerte y su sombra invadieron mi sueño
vos ya te habías ido de un mundo que no alcanzaste a conocer.
Tu cuerpo descansaba en las frías profundidades eternas
y en el cielo imponente el brillar de tu gloria ya inmortal.
Al despertar busqué tu nombre en todos lados
solo una calle alejada y una placa encontré,
una madre sin consuelo una familia destrozada
y el olvido popular de aquellos por quien fuiste a pelear.
Por eso hoy en mi canción te recuerdo, soldado,
héroe argentino, héroe de toda mi nación,
para que escuche quien quiera enterarse de tu valentía,
para que tu muerte y la de tantos no hayan sido en vano.
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