CON LA GUITARRA AL HOMBRO

Mirando un poco atrás, nomás pa’ recordar,
sin nostalgia ni melancolía,
la historia de un hombre que hoy quiero rescatar
del tiempo en la conciencia misma.

Lo imagino atravesando el horizonte
abriendo surco con su incansable caminar,
escapándole al siglo de la grandes invenciones
por la tranquera que el progreso no pudo cerrar.

Con la guitarra al hombro, sin rumbo a seguir,
andando por mil pagos, sin fronteras ni patrias,
aprendiendo de la gente, compartiendo su existir,
sus tristezas, alegrías, tradiciones y esperanzas.

Y regalándole una copla al viento,
bajo algún árbol en larga noche soledad,
como agradeciéndole al dios que lleva dentro
por su hermosa suerte de andar por andar.
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